domingo, 14 de abril de 2013

Los dioses (venezolanos) deben de estar locos – Remasterizado



Selma Ottiliana Lovisa Lagerlöf, fue una excelente cuentista y novelista sueca, premiada con el nobel en el año de 1909, es autora de un pequeño cuento llamado El petirrojo, una historia adorable sobre un pajarito y la descripción fantástica de como se convirtió en el ave que ahora conocemos.
                Esta historia, ipso facto, viene a la mente cuando escuchas los relatos del mejor cuentista de Venezuela; aquel que divisa pajaritos y habla con ellos, recibiendo mensajes divinos que le dan habilidades mágicas para lanzar maldiciones. Salido del libro de Los Grimm, Nicolás Maduro, lanza a sus enemigos la maldición de Macarapana, además de predecir su muerte si llegara a perder la elección en la que aparece como virtual ganador, frente a Enrique Capriles.
                Maroma y algo más que teatro, nos presenta el gobierno de Venezuela que al parecer sufre de un encantamiento imperdonable inperio, como lo presenta la novela Harry Potter, que hizo a Joanne Rowling, la más acaudalada del Reino Unido, como lo indicó en su momento Forbes. Y sí de Inglesas hablamos, la salsa es de lo mejor, bueno, la verdad debería de hablar de Margaret Thatcher, quien falleció el pasado ocho de abril, pero varios sindicatos me tirarían de capitalista, súper neoliberal, aliado de Coca – Cola, palero de Steve Jobs, etc.
                Margaret, fue una promotora de políticas como la imposición de impuestos indirectos, como lo fue el cargo comunitario y demás actividades encaminadas a enderezar la economía británica dentro de la recesión que incrementó el desempleo y propició la inflación a principios de los ochenta. Su némesis, por así decirlo, fue el gran poder que poseían los sindicatos, a los cuales redujo su capacidad, obteniendo con ello la enemistad de los trabajadores mineros, quienes se fueron a una huelga que paralizó la rama por dos años.
                La dama de Hierro, como fue apodada, es reconocida por su firmeza ante la presión de la Corona y los sindicatos, quienes la llevaron a adoptar medidas como la privatización de varias industrias paraestatales. De igual forma, tuvo que hacer frente a la Guerra de las Malvinas, batalla que salió de sus manos, de la cual no pudo ver el final. Es ahora Meryl Streep, quien en una película muy mediana, interpreta a Thancher, siendo la actuación de la tres veces ganadora del Oscar, lo único sobresaliente.
                Ya dentro de la cancha del séptimo arte, la película de la semana es Oblivion, que se mete a la cartelera nacional tratando de desfalcar a la mexicana, Nosotros los Nobles, de Gaz Alazraki, siendo la cinta de Tom Cruise, la apuesta de Disney para así lograr traer de nueva cuenta a Tron, dependiendo de como le vaya a Oblivion, un largometraje post-apocalíptico que nos muestra un tercer planeta devastado, donde los sobrevivientes, entre ellos el comandante Jack Harper, recorren el planeta en busca de recursos, enfrentándose a supuestas fuerzas resistentes alienígenas.  Joseph Kosinski, director, nos muestra una película con un desarrollo vertiginoso, pero con muchos clichés del cine de ficción como lo es Tron y El planeta de los simios. No dejando de ser recomendable, como casi toda la Industria Disney, que ya calienta motores con J. J. Abrams, director de Super 8, para comenzar a rodar Episodio VII de Star Wars, la nueva mina de oro del Ratón y compañía.
                Otro escándalo fue la desaparición de Lucas Arts,  empresa de videojuegos que hasta hace unos meses era propiedad de George Lucas, fue desaparecida por decisión del Consejo de The Walt Disney Company, dejando sin empleo a cientos de técnicos y profesionales de los videojuegos, truncando con ello el proyecto de Star Wars 1313, entre otros.
                Y lo único capaz de opacar la caída de Lucas Arts, es la de Roger Ebert, legendario crítico de cine estadounidense por excelencia, quien definió su oficio, que desafortunádamente falleció el cuatro de abril pasado. Ganador del Pulitzer, hizo la pareja con Gene Siskel, con quien daba su aprobación con el pulgar arriba, surgiendo los famosos “dos pulgares arriba”.
                Mucho se dice que Ebert y Siskel definieron lo que ahora es la crítica de cine, popularizada por el Chicago Sun-Times, para el que escribía Ebert quien se despidió con la fase: "En este día de reflexión, digo de nuevo gracias por ir en este viaje conmigo. Nos veremos en las películas".



                Se acabó la semana y con ello la alegría de los cementeros, que no han dejado de festejar, pero no hay mal que dure cien años, ni copa mx que dure una semana. That´s all folks !, esperando recibir, por lo menos, un pulgar arriba.

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