Muchos piensan en la conveniencia de
legalizar la marihuana, homologándonos con la tendencia en Estados Unidos o
mantener la negación a su aprobación por parte del Congreso. Por otro lado, ¿en
verdad quién piensa seriamente en eso? nadie. Sí, por que ocupar nuestra mente
en ello, no es pensar seriamente.
La legalización de ciertas drogas ha sido un
tema debatido arduamente, enfocado como una afrenta al crimen organizado, cuando ello ni siquiera
debe ser considerado como avance en la lucha contra la delincuencia organizada.
El problema es pensar que hay una solución práctica al problema. Permitir el
uso controlado de la marihuana es de verdadero interés para quien está
interesado en consumirla.
Los Estados de California y Colorado, pertenecientes
a EE. UU. dieron hace un año el primer
paso en el uso recreativo de la Marihuana o Cannabis
Sativa, una sustancia psicotrópica que se ha usado desde tres mil años
antes de Cristo.
El argumento que utilizan los partidarios de
esta tendencia recreativa es que la sustancia en mención no es dañina (por lo
menos a corto plazo), que simplemente es un estimulante y que así como el
alcohol alguna vez estuvo prohibido, se le debe dar la luz verde a la yerba verde.
Su uso se ha incrementándose a partir de la aplicación "medicinal", también se ha vuelto popular entre los jóvenes por ser la droga
favorita de sus estrellas como es el caso de Justin Bieber o Lidsay Lohan.
Además, con Estados Unidos marcando el ritmo del mercado, estará esperando la
pronta aprobación por el Congreso de la Unión, para poder ingresar con sus propios
distribuidores a la República Mexicana.
Y en vez de fijarnos en que tan positivo o negativo será
tener la marihuana al alcance de unos pesos, deberíamos prestar atención al
tema de la venta descontrolada de armas en Estados Unidos, quien suministra las
mismas a carteles de México y adolescentes psicópatas que para ganar más Follows, matan a los Bullying que más puedan de
su escuela.
Otro tema que pasa por la calle del olvido es la obesidad, una lucha inconclusa en la que hoy se prenden las luces rojas
después de que Maureen Birmingham, el
presidente de la Organización Mundial de la Salud, declaró lo decepcionante
que es la inactividad de las autoridades Mexicanas para reducir el consumo de
los refrescos, principal origen de la obesidad.
Para terminar, aclaro que su servidor no está
en contra ni en favor de la legalización de la marihuana, ya que preferí
adoptar la postura de los sabios que es: "no me importa" (la legalicen o no, no
la consumiré y nada en el país va a cambiar). Al parecer Vito Corleone tenía razón, el juego y el alcohol son una cosa, las drogas son otra historia...
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